Si tienes un par de huevos vienes y lo demuestras: el sábado 26, a las 9 noche, en La Barraca

Llevan dos lustros dando lustre a la cultura extremeña, con excursiones, concursos y, sobre todo, demostraciones gastronómicas. El sábado 26 de noviembre vuelven a reivindicar lo que consideran “uno de los nuestros”: una tortilla hecha con imaginación y un par de huevos. Son la Asociación Extremeña l’Horta Nord y para ellos el tamaño no importa.

José Luis Martínez, presidente de la asociación, reivindica la imaginación como clave para realizar una tortilla: “garbanzos, callos, morcilla, perejil, ajos… hemos tenido en estos nueve años los ingredientes más insólitos y eso es un buen ejemplo de que la tortilla es una fiesta, pero en otra época era una necesidad, era la comida diaria en el campo y cada uno le echaba lo que podía”.

Bueno, lo que podía y un par de huevos: el único requisito imprescindible históricamente para hacer una buena tortilla y el único que se mantiene en esta edición del Concurso de la tortilla, organizado por una asociación que continúa fiel a sus dos objetivos básicos: mantener viva la cultura extremeña en la Comunidad Valenciana y… como decirlo, si para algunos las penas con pan son menos, imaginaos cuando al pan se añade el jabugo, el lomo ibérico y un sabroso vino de pitarra.

Desde su creación, a mediados de la década de los 90, la asociación extremeña ha buscado la complicidad de sus socios organizando viajes a tierras extremeñas, concursos de dibujo y pintura, exhibiciones de todo tipo, pero es con las degustaciones gastronómicas con las que llega llegar al corazón (y al estómago) de los valenciano-extremeños de la comarca… y de cualquier turista accidental que se deje llevar por los sentidos más comunes: en especial el olfato y el buen gusto.

Todos estamos invitados el próximo sábado, 26 de noviembre, a partir de las 9 de la noche, al Espai Social La Barraca, donde podremos comprobar de primera mano que el prestigio obtenido a lo largo de estos dos lustros por el concurso de la tortilla no es algo casual: hay dos premios, al mejor sabor y a la mejor presentación, cuyos ganadores no se llevarán una fría medalla, sino un lote de productos ibéricos… pero en este concurso el ganador es lo de menos.

Porque con el concurso de la tortilla ganamos todos.

Gana el jurado (obligado a la dura tarea de probar todas las participantes: ojo, también las de callos, garbanzos y otros ingredientes no aptos para todos los paladares), ganan los participantes (que están invitados a una degustación de productos ibéricos) y, atentos, gana el público, porque todos los asistentes pueden degustar todas y cada una de las tortillas participantes.

Eso sí, hay que ser puntuales, porque otros años había tortillas enormes ya que se daba un premio a la tortilla más grande. Pero en estos tiempos de crisis la organización lo ha eliminado: basta con que las tortillas estén hechas con algún condimento secreto y, por supuesto, un par de huevos. Así que habrá menos cantidad, aunque más variedad.

Definitivamente, para los extremeños el tamaño no importa.

Si tienes un hueco la noche del sábado 26-N, déjate caer por La Barraca: mejor si ese día no has merendado. Recuerda, además, que la participación está abierta a todos: sólo necesitas un par de huevos y algo que tengas en la nevera.

Y si esa fecha ya la tienes ocupada con el concierto en homenaje a Los Beatles (que se celebra esa misma noche en el Espai Jove de Puçol), no te preocupes, la búsqueda de sus raíces gastronómicas continuará en enero con la tradicional matanza del cerdo, en febrero con el intercambio gastronómico y, en una fecha invernal aún por decidir, con una excursión gastronómica por la Comunidad Valenciana.

Estos mozos de la Asociación Extremeña l’Horta Nord son insaciables. Así da gusto mantener viva la cultura y las tradiciones.

Informa: Sabín

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